Redefinición de la experiencia “contexto”: Aldeanuela de la Vera & lógica re...
ALGUNAS PISTAS
La única arquitectura que poblaba el mundo paleolítico era el recorrido: el primer signo antrópico capaz de insinuar un orden artificial en los territorios del caos natural.
La noción de recorrido hace referencia a ambas culturas, tanto la sedentaria como la nómada, es decir, tanto a los constructores de las “ciudades asentadas” como a los de las “ciudades errantes”. Libro: “El andar como práctica estética”
ANDAR:
• ... la única arquitectura capaz de modificar el ambiente era el acto de andar, un acto que era a la vez perceptivo y creativo y que, en la actualidad, constituye una lectura y una escritura del territorio.
• Andar sobre una orografía urbana o natural hace que se decante algo, porque Andar inaugura otro tiempo de la acción: Marcar
• El cuerpo inscribe marcas, realiza la síntesis territorio/ morada de la ciudad nómada y la ciudad sedentaria. El cuerpo crea experiencia en el acto de andar. La ciudad se presenta como un espacio del estar atravesado por todas partes por los territorios del andar.
VIAJAR:
• Una de las palabras alemanas que significan experiencia, Erfahrung, proviene del alto alemán antiguo, irfaran: “viajar”, “salir”, “atravesar” o “vagar”.
• Viajar implica el uso de un tiempo no utilitario, sino lúdico.
• Lo exótico está siempre al alcance de la mano, basta con perderse y explorar la propia ciudad.
CIUDAD:
• La unidad de la ciudad sólo puede ser el resultado de la conexión de unos recuerdos fragmentarios.
• La ciudad forma un paisaje psíquico construido mediante huecos: hay partes enteras que son olvidadas, o deliberadamente eliminadas, con el fin de construir en el vacío infinitas ciudades posibles.
• La ciudad debe pasar por el examen de la experiencia subjetiva; el turista debe “medir” sobre sí mismo y confrontar con los demás los afectos y las pasiones que surgen cuando se frecuentan ciertos lugares prestando atención a las propias pulsiones.
RECORRIDOS:
• Mas que dejarse llevar por el azar, se trata de dejarse seducir por la construcción de ciertas reglas de juego.
• Jugar en este caso significa saltarse deliberadamente las reglas e inventar unas reglas propias, liberar la actividad creativa, proyectar unas acciones estéticas.
• Se trata de volver a encontrar en el territorio metropolitano un sentido que surja de la experiencia de lo real y de sus contradicciones, a través de una mirada libre de opiniones, una mirada que no busque justificaciones históricas o funciones tranquilizadoras y al mismo tiempo frustrantes, que no reduzca su propio horizonte a las selecciones de las guías turísticas, sino que descubra el potencial de los acontecimientos urbanos en su inimaginable complejidad.
LA DERIVA - Guy Debord 1955
La dérive es una operación construida que acepta el azar pero que no se basa en él, puesto que está sometida a ciertas reglas: fijar por adelantado, en base a unas cartografías psicogeográficas, las direcciones de penetración a la unidad ambiental a analizar; la extensión del espacio a indagar puede variar desde la manzana hasta el barrio, e incluso “hasta el conjunto de una gran ciudad y de sus periferias”; la dérive debe emprenderse en grupos constituidos por “dos o tres personas unidas por un mismo estado de conciencia, puesto que la confrontación entre las impresiones de los distintos grupos debe permitir llegar a unas conclusiones objetivas; su duración media se fija en un día, aunque puede extenderse semanas o meses..
Posibilidades:
• Hacer pausas
• Coger un taxi con el fin de favorecer la desorientación personal
• La deriva estática : no salir en todo un día de la Gare Saint-Lazare
• Entrar de noche en casas en demolición
• Recorrer sin parar Paris en auto-stop durante una huelga de transportes
• Errar por lugares prohibidos
• Mas que dejarse llevar por el azar, se trata de dejarse seducir por la construcción de ciertas reglas de juego.
• Jugar en este caso significa saltarse deliberadamente las reglas e inventar unas reglas propias, liberar la actividad creativa, proyectar unas acciones estéticas.
• Se trata de volver a encontrar en el territorio metropolitano un sentido que surja de la experiencia de lo real y de sus contradicciones, a través de una mirada libre de opiniones, una mirada que no busque justificaciones históricas o funciones tranquilizadoras y al mismo tiempo frustrantes, que no reduzca su propio horizonte a las selecciones de las guías turísticas, sino que descubra el potencial de los acontecimientos urbanos en su inimaginable complejidad.
LA DERIVA - Guy Debord 1955
La dérive es una operación construida que acepta el azar pero que no se basa en él, puesto que está sometida a ciertas reglas: fijar por adelantado, en base a unas cartografías psicogeográficas, las direcciones de penetración a la unidad ambiental a analizar; la extensión del espacio a indagar puede variar desde la manzana hasta el barrio, e incluso “hasta el conjunto de una gran ciudad y de sus periferias”; la dérive debe emprenderse en grupos constituidos por “dos o tres personas unidas por un mismo estado de conciencia, puesto que la confrontación entre las impresiones de los distintos grupos debe permitir llegar a unas conclusiones objetivas; su duración media se fija en un día, aunque puede extenderse semanas o meses..
Posibilidades:
• Hacer pausas
• Coger un taxi con el fin de favorecer la desorientación personal
• La deriva estática : no salir en todo un día de la Gare Saint-Lazare
• Entrar de noche en casas en demolición
• Recorrer sin parar Paris en auto-stop durante una huelga de transportes
• Errar por lugares prohibidos
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